por mas que todas estemos al borde del colapso nervioso, con un burn out a la vuelta de la esquina, con ganas de salir corriendo (aun sin saber hacia donde. . . ) TODAS las mamás tenemos a esta altura del año un monotema que arruina la digestión del mas duro: ¿pasará de grado?.
ojo que no solo hablo por lo que me toca (pasará a cuarto grado?), sino que hablo de aquellas madres de mi edad pero que se han casado jovencisimas y hoy sus retoños visten veintipico de años y se hallan cursando el nivel universitario. algunas ya preguntándose ¿terminará este año?.
algunos días atrás me preguntaba una amiga (gestante ella) cuando una deja de ser madre, y lo analizabamos y la respuesta fue NUNCA. porque si muere el fruto de nuestro vientre, seremos madres dolientes eternas, pero si las que morimos somos nosotras, quedamos en el bronce de los recuerdos de nuestros retoños y grabadas a fuego en la memoria de yernos y nueras como las que haciamos las mejores milanesas, el puré mas cremoso, pero bueno, eso es ya tema de otro post. . . . .
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