domingo, 29 de agosto de 2010

los niños crecen

Constancia lineal del paso del tiempo, no la noto.
No siento los años que se van acumulando sobre mis espaldas, tampoco veo cambio alguno al espejo.
Mi única constancia es mirar a Jeremias, y sus contemporáneos.
El caso mas patente es el de Juani, hijo de Grace.
Todavía recuerdo, cuando vampirizaba la teta de su madre.
Cuando ella, sentada como la Buddha de la Sonrisa, alcanzaba el Nirvana, mirando al niño de pestañas doradas, dormir tranquilo, tibio y suave en su regazo.
Que se ha hecho de él?
Pues por el imperioso paso del tiempo, Juani, aun sigue siendo un niño de pestañas doradas, de dormir tranquilo, tibio y suave, sólo que en cama de dos plazas.
Ese pequeño se ha convertido en un pequeño ejemplar de mamut, cuya foto y a título de prueba de lo dicho, pongo a continuación.
Pobre madre y pobres amigas de su madre, las que no notamos el paso del tiempo, salvo por el tamaño que nuestros niños van alcanzando. . . .

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