sábado, 28 de agosto de 2010

amor y felicidad

Buscando y leyendo en blogs, recorrí mil definiciones sobre el amor y el no-amor. Coincido con todas pero me cuesta elaborar una propia. pero leyendo en el blog de Alichín (http://alpara7.blogspot.com/) encontré una definición de felicidad que de sólo leerla me llenó el corazón de gozo. Me sentí identificada.
-"Disfruto viajar hacia la capital por la carretera contemplando el paisaje, en la medida que la prudencia al conducir me lo permite. Un paisaje mil y más veces visto, pero nuevo para mí cada día. Eso es felicidad. Por todos esos pequeños portentos, cada mañana al levantarme, abro las ventanas ubicadas a la cabecera del lecho. La luz entra a raudales en mi habitación, amplísima y desordenada. Y miro hacia afuera y hacia arriba con un único propósito: agradecer al Altísimo por ese nuevo día que espero que sea mejor, o igual, que el de ayer. Porque ¿Cómo no creer en Dios si me ha dado tantas cosas y tantos seres a quienes amar? Y me concedió la potestad de ser la líder de mi vida y de saber perdonar. Disfruto la lectura, amo los libros. Soy feliz por leerlos y poseerlos. Los atesoro. Me complazco en escribir: poemas, cuentos, novelas que no publico pero que están allí. Son mi obra. Soy feliz cuando escribo, cuando leo, cuando escucho música o el trinar de las aves en las frías mañana de mi ambiente. Por todo eso agradezco a Dios. Y soy feliz."-
Por las coincidencias y las inferencias, asi como algo de buceo interno puedo decir que: la felicidad no es una cosa grande, permanente y que se la consiga "in eternum". Es simplemente la suma de miles de pequeños detalles que llenan la panza de mariposas, que volando suben por la panza y de repente se convierten en ese lazo de raso que apreta la garganta y que se afloja cuando gordas gotas de agua salada brotan del lagrimal, por la sola y tonta (?) mirada al pie sucio de Jeremias. . . .

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